Un espacio donde la educación se expone desde diferentes miradas
La jornada extendida envuelta de frío e incertidumbre abrió sus puertas a muy tempranas horas de la mañana en el teatro del Huerto, lugar en donde se daría inicio al pre foro de calidad educativa. La punta del iceberg dió inicio a la apertura de un tema disparador que concentraba a ministros de las diversas provincias que componen nuestro país “Innovar para el logro de aprendizajes”.
La agenda programada del Pre foro de calidad se dividió en cuatro bloques donde se compartieron experiencias innovadoras, lecturas reflexivas y se abrieron espacios de participación en el marco de la innovación tecnológica y las escuelas. El esqueleto de la problemática tuvo numerosas posturas asertivas que entronizaban a las nuevas tecnologías como herramientas que permiten mejorar la calidad educativa. Sin embargo, el escepticismo académico dejó fuera de órbita a muchos adeptos de la cultura digital. A medida que las copas de agua quedaban vacías, surgió el pedido de introducir las tecnologías en las escuelas de manera constructiva, formando a docentes según la realidad de las escuelas e inoculando una pedagogía basada en proyectos. Esto dió pie a reforzar la necesidad de darle voz a la capacitación docente para mejorar las aulas a partir del uso adecuado de las tecnologías y romper con la lógica religiosa de acumular años de antigüedad en las escuelas sin comprometerse a las innovaciones exógenas presentes pero ausentes de un compromiso. Sin pelos en la lengua muchos especialistas coincidieron en estimular la incorporación de innovación tecnológica en las aulas dejando de pensar en cumplir con mandatos institucionales como trabajar para aprobar las pruebas PISA. Entre chistes y frases célebres quedó resonando en el aire “hay que aprender a trabajar con colegas de otras disciplinas para mejorar la calidad educativa”.
El contexto educativo vivió una importante jornada en donde ministros de diferentes provincias dejaron una huella latente en el recinto, se habló de no olvidar los procesos históricos educativos vividos en nuestro país, la importancia de las experiencias innovadoras como el caballo de Troya para mejorar la calidad educativa en los alumnos y docentes de todos los niveles. Ante la ansiedad de llegar pedaleando al 2030 con un sistema educativo óptimo e innovador se espera cubrir el espectro de propuestas que siempre quedan expuestas a la debilidad de un sistema piramidal y con pocos márgenes para poder decir o no. No hay tiempo que perder, el reloj sigue su curso y espera que el timbre del recreo vuelva a encender cambios que conviven con las tecnologías. Relaciones que pueden traer escuelas inteligentes o una experiencia difusa que evidencie la resistencia estructural de una historia cambiante en la educación.